domingo, 31 de agosto de 2008

¿hacemos lo que queremos?

¿Realmente hacemos en la vida lo que queremos? ¿Si nos fueramos a morir en un espacio breve de tiempo seguiríamos con nuestra vida como hasta ahora?

Si la respuesta a la segunda pregunta es afirmativa, felicidades, poca gente puede contestar eso, al menos si es totalmente sincera. Quizás si supieramos que tenemos el fin cerca, que todo se va a acabar, actuaríamos de otra forma, no nos preocuparían tanto problemas menores, intentaríamos disfrutar de las pequeñas cosas que nos da la vida sin responsabilizarnos demasiado, y es que no nos tendríamos que preocupar por el Futuro.

Y si de repente todo se acabara y tuviéramos unos minutos para pensar y recapacitar, ¿no nos arrepentiríamos de todo lo que no hemos hecho? ¿Por qué no siempre decimos las cosas tal y como las pensamos cuando sabemos que es lo que debemos hacer? ¿Por qué nos ocultamos, ocultamos nuestros sentimientos y nuestros pensamientos ante los demás? ¿Por miedo a que el futuro sea peor?

Me da miedo hablar, me da miedo contar todo lo que tengo que contar a la gente que quiero, me da miedo pensar e incluso, a veces, me da miedo sentir y haber sentido lo que sentí.

Sé que si la vida se acabara esta misma noche me arrepentiría de no haber contado lo mucho que le amé, querría haber dicho quién soy en realidad, haber mirado aquellos ojos durante horas, haber besado aquellos labios, haber dormido un poco menos y vivido un poco más. Me arrepentiría de haber soñado tanto y no haberlos hecho realidad. Sin embargo, ¡es tan complicado!

Y es que esta sensación de pérdida de tiempo la que me invade no me deja ni dormir. A partir de mañana aprovecharé mucho más el tiempo. No prometo que vaya a tirar la casa por la ventana pero miraré a la vida siempre con una sonrisa e intentaré que detrás de ella haya felicidad.

No hay comentarios: