jueves, 2 de octubre de 2008

hacia dónde...

Unos vienen y otros van, sólo unos pocos se quedan siempre a tu lado, ¿o quizás nadie? Nos pasamos toda la infancia y la juventud queriendo ser mayores, adultos, posiblemente queriendo ser, así, libres. Sin embargo no nos damos cuenta de que cuanto más mayores somos, más encarcelados estamos en nosotros mismos, en lo que se espera de nosotros. ¿Y si no queremos? ¿Y si no queremos hacer lo que nos piden? ¿Nos podemos resistir?

Parece que los que estaban ahí siempre, los que siempre estuvieron y siempre iban a estar, comienzan a escoger sus caminos y entonces empiezas a sentir que en ese camino no hay espacio para que puedas andar a su lado, para que puedas acompañarles. Sabes que tu también debes andar tu camino, decidir hacia qué lado quieres o debes ir, pero no quieres hacerlo sin ellos, intentas resistir y no sabes muy bien qué dirección tomar ni a dónde te llevará.

Quizás sólo sea que nos hemos hecho mayores y ya nada es igual. Quizás sea que lo que pensamos que pasaría en muchos años ha llegado demasiado pronto y sin avisar.

No hay comentarios: