domingo, 19 de octubre de 2008

Y de repente abrí los ojos, la noche ya había acabado, había dejado paso a la mañana y se había llevado con ella toda su magia. Tú ya no estabas a mi lado, yo ya me había alejado, ya no estabas cerca. Lo siento, sé que ya debería saber que los cuentos de hadas no existen, los milagros no ocurren y los sueños sueños son, pero la esperanza me invade cada vez que tu mirada se cruza con la mía.




Por el momento...



¿Por qué siempre llegas en el momento oportuno, justo cuando más te necesito?

1 comentario:

LIRA dijo...

es bueno que la esperanza te invada cuando cruzas tus ojos con los suyos,

pero
te invade la esperanza cuando cruzas tus ojos con los tuyos propios?