domingo, 6 de abril de 2008

Aún hoy, en el siglo XXI, hay a gente que le parece “escandaloso” que alguien se case con otra persona a la que quiere, de la que está enamorada, con la que quiere compartir el resto de su vida.
También hoy, sigue habiendo gente e instituciones (una en particular) que continúa despreciando a aquellas personas que decidieron separarse o divorciarse de otra persona a la que ya no querían y con la que ya no eran felices.
María Rey, de 54 años, decidió cometer una “conducta manifiestamente escandalosa”, según palabras del Obispado de Ciudad Real al contraer matrimonio con una mujer con la que lleva compartiendo 15 años de su vida, con la que quiere ser y, de hecho es feliz.
A mí lo que me parece realmente una conducta manifiestamente escandalosa es que haya instituciones que discriminen y desprecien así a las personas. Muchos otros fieles se pusieron al lado de María Rey, gracias a “Dios”.




Fuente: http://www.elpais.com

1 comentario:

Íñigo dijo...

Hola,
No sé cómo te llamas, pero quiero decirte que me encanta que haya estudiantes que se animen a escribir cada día sobre asuntos de interés, como es el que tratas en esta entrada. ¡Enhorabuena! Ya vale de tabúes y de que la Iglesia meta las narices donde no le llaman... Una pena este caso, aunque hay otros. Por ejemplo, Vittorio y Lucchino jamás pudieron vestir santos en Semana Santa después de casados. ¿Diseñan peor por ser gays y casarse mostrando así que se quieren? En fin...
Estás invitado a mi blog. Espero tus comentarios.
Saludos,
Íñigo