sábado, 27 de septiembre de 2008

para siempre...¿no?

¡Qué ilusos! Creímos que todo volvería a ser como antes. La noche parecía ser la indicada. Estábamos los mismos de siempre, los que siempre íbamos a estar. Ya empezaba a hacer frío fuera de ese coche y volvíamos a reírnos como antes. La velocidad nos volvía a hipnotizar y el humo del tabaco nos empañaba los cristales. Con ese olor característico y acompañados de nuestros comentarios, quizás nada intelectuales y algo groseros, pero siempre nuestros, decidimos dar la vuelta para que esa fuese nuestra noche, más nuestra que nunca, quizás como siempre lo había sido.

Volvimos a comer en ese mismo sitio, incómodos, encogidos, pero muy juntos, sabiendo más que nunca que nos tenemos. El mismo olor a freidora, el mismo calor fresco, frío acalorado. Rodeados de lo de siempre, con vistas iguales. Sin embargo, ya no existía esa química. Seguíamos igual de estrechos, pero ya no estábamos tan cerca. Aún nos mirábamos a los ojos, pero ahora los pensamientos sólo se veían borrosos. Quizás es que el verano pasó factura, que todas las decisiones tomadas en él no se fueron, se quedaron a vivir un largo y frío invierno.

Lo juro, me resistía a dejar de mirarte, a soltar ese brazo, pese a todo el daño que me estabas haciendo. Pero al final lo tuve que hacer, y poco a poco fui alejándome, metiéndome en la oscuridad. Quizás esto mismo pase en nuestras vidas. Es posible que a veces nos aferremos a agarrarnos al pasado cuando ya nada tiene solución y lo mejor sea buscar cosas nuevas, nuevos sentimientos y situaciones que nos llenen. Quizás cuando llega el momento, lo mejor que podemos hacer es soltar ese brazo e irnos metiendo poco a poco en la oscuridad de los recuerdos.

domingo, 21 de septiembre de 2008

Quizás...

¿Es difícil encontrar el amor? Estamos continuamente buscándolo, nos relacionamos con otras personas y siempre hay de quien esperamos que pueda surgir algo más. Pero eso no siempre ocurre, es más, afortunadamente (¿o no?), ocurre muy pocas veces.

Quizás nos pasamos toda la vida buscando algo que jamás nunca encontremos, pero aún así no dejamos de hacerlo, de esperar a esa persona especial. Sin embargo, ¿y si en un momento de descuido has dejado pasar a esa persona especial? A veces conocemos a gente que ni siquiera les damos la oportunidad de intimar, la oportunidad de que surga "algo", por el simple hecho de que no nos parece bien cómo es físicamente, cómo viste, o porque la gente que hay a nuestro alrededor nos influye para que hagamos eso. Por esta razón sería totalmente probable que nuestro amor se haya esfumado, porque seguro que alguna de esas personas valía la pena de verdad.

Pero quizás habría que dar un paso más. Es posible que en realidad no dejemos entrar en nuestras vidas a esas personas por el hecho de que no son como las personas que en otras ocasiones se han instalado en nuestro corazón, ¿es posible que nos pasemos toda la vida buscando un nuevo primer amor o al menos alguien que se le parezca?

jueves, 11 de septiembre de 2008

¿Una droga?

¿Cómo una persona que te ha dado tanto puede quitártelo todo poco a poco? ¿Cómo una persona que me ha demostrado tantas cosas buenas ahora parece que todas se han esfumado? ¿Cómo una de las personas que más se ha preocupado por mí ahora parece que se ha olvidado de quién soy?

A veces pensamos que lo mejor para que alguien nos quiera tener es no hacerle mucho aprecio, como si no nos importara demasiado. Sin embargo, no siempre funciona. Existe esa línea invisible, en la que si la otra persona no la ha sobrepasado y no ha llegado a sentir algo especial aunque sea por unos momentos, no se dará ni cuenta de tu falta de aprecio. ¿Cómo tomar la decisión correcta?

Lo mejor es olvidar, pero cuánto más te olvidan y te decepcionan, menos quieres hacerlo. ¿Una droga? Las drogas matan...

martes, 9 de septiembre de 2008

Agua dulce

Y entonces volví al pasado. Justo cuando sólo miraba al futuro, cuando quería vivir el presente. Justo cuando todo está superado volví al pasado. Volvía a andar sobre aquella arena serrana, sobre aquel campo por el que anduvimos, respirando aquel aire que ambos compartimos. Una puesta de sol que habría estado mejor con tu presencia, a mi lado. Y es que nosotros siempre preferimos andar por tierras pedregosas junto a la orilla del agua dulce, porque suficiente amarga eran nuestras condiciones lejos de aquellas vacaciones.

Quizás pensaste que me moriría sin ti, quizás creías que yo ya no podría vivir. Quizás, incluso, yo lo pensé. Pero ya ves, me equivoqué. Aún sigo queriéndote, prometí que nunca dejaría de hacerlo y lo cumpliré, pero ya te quiero diferente a como lo hice un día. Quizás en realidad, ya sólo quiera conservar el bonito recuerdo que dejaste junto a todas aquellas noches en vela.

En aquellas aguas jamás volverás a pescar conmigo al lado. En aquellos caminos jamás volveremos a caminar. Aquel frío jamás nos volverá a despertar a media noche teniéndonos el uno junto al otro. Ahora te digo hasta siempre, cuando en realidad sé que será hasta la próxima vez que piense en ti, unos segundos.

sábado, 6 de septiembre de 2008

Lo + importante de tu vida.

Pensamos continuamente en lo que es mejor para los demás y en lo que ellos piensan. Pensamos en aquellos a quienes queremos y se merecen nuestro cariño. Pensamos en los que tenemos cerca y en los que ya no están. Pensamos en los que necesitamos y, a veces, en los que nos necesitan.

Sabemos que lo que necesitan los que están a nuestro alrededor no siempre se lo podemos dar, o incluso, en ocasiones, se lo damos sin poder hacerlo. Sabemos que hay cosas que no debemos hacer y por los que queremos, las hacemos. Sabemos que nuestras acciones en favor de unos pueden perjudicar a terceros y a nosotros mismos y que la permisividad hacia acciones de otros nos pueden perjudicar, pero por ser quienes son, lo consentimos. Porque, en cierto modo, pensamos que es lo mejor, al menos para esos otros a los que queremos. Incluso a veces pensamos que es lo mejor para nosotros mismos, por mucho dolor que nos produzca, nos haya producido o nos vaya a provocar.

Una vez, alguien me dijo "nunca olvides que tú eres lo más importante de tu vida". ¿Quizás a veces nos olvidamos de esto? Es posible. Llegamos a pensar que sin esa persona no podríamos vivir, hasta tal punto de perdonar todo lo que haga, dándonos igual el daño que provoque hacia nosotros y hacia otros. Llegamos a hacer todo porque esa o esas personas tan importantes en nuestras vidas sean felices, o al menos tengan eso que tu crees que les da la felicidad. Y en todos estos momentos no nos damos cuenta de que en realidad lo más importante de nuestra vida somos nosotros mismos. Está bien preocuparse por los demás e intentar hacer feliz a la gente que quieres, pero no a cualquier precio. Nuestra vida siempre continúa hacia adelante, siempre que nosotros sigamos viviendo, porque nosotros somos lo más importante de nuestra propia vida.

jueves, 4 de septiembre de 2008

¿Nos gusta que nos hagan sufrir?

¿Nos es más atractivo alguien que nos hace sufrir, que no se porta bien con nosotros que alguien que hace todo lo contrario?

La respuesta, al menos de momento, a esta pregunta es que sí. Si esa persona especial nos habla por el messenger o recibimos una llamada o sms suyo, no pasa nada. Ya no le necesitamos para nada y nos sentimos muy bien porque, por fin, hemos superado aquella historia. Todo ha cambiado y, quizás, ahora las tornas han cambiado, pero entonces serás tú fuerte y no le dejarás pasar más allá de tus oídos. Sin embargo, si al día siguiente eres tu quien saluda por el messenger o envía un sms por cortesía y no recibes contestación: no puedes parar de rayarte y pensar en esa persona. Se porta mal con nosotros y en lugar de odiarle y despreciarle, no puedes hacer nada más que pensar una y otra vez lo perfecto que es.

He visto caso de todos los tipos y desde luego esta es mi conclusión. Da igual lo mal que nos lo hagan pasar, pueden sernos infiel, no hacernos caso, engañarnos con todo tipo de cosas, dejarnos plantados en cualquier sitio, desaparecer, dejarnos sin dejarnos... pero todo da igual, es más, con estas acciones ¿nos enamoramos más?

Tras unos cuernos, un número de teléfono borrado, un plantón y un saludo sin contestación sólo en esta semana he llegado a esta conclusión (evidentemente no todo me ha pasado a mí): cuánto más daño nos hacen, más nos gustan. Sin embargo, si de repente alguien cambia y se enamora de nosotros, quiere conquistarnos, nosotros lo dejamos pasar, somos malos. Así, ¿cómo vamos a encontrar el amor? Esto se complica...

martes, 2 de septiembre de 2008

Y de nuevo, de repente, una palabra, una frase, una foto hace que todo se mueva en tu interior, que vuelvas a recordar aquellos sentimientos enterrados, que pienses si alguna vez conseguirás olvidar definitivamente.

Esto es lo mismo de siempre, el tema estrella.

¿El primer amor se olvida? No estoy seguro.

Si ya no siento nada, ¿por qué siento lo que siento? Si tu nunca sentiste nada, ¿por qué te comportas así? A veces creo ver cosas imposibles...