martes, 25 de agosto de 2009

¿Por qué a veces nos sentimos tan estúpidos por lo que sentimos que nos gustaría borrar todo?

Llega un momento en el que ya no quieres seguir, no quieres ver a esa persona, no quieres sentir, no quieres tener nada que ver, quieres borrar todo lo que un día pasó.

Ya, ni me despido...

sábado, 1 de agosto de 2009

Problemas como la muerte y el amor.

Hay problemas en la vida en los que cuando te das cuenta de lo que ocurre, actúas, porque sabes que tienes que hacer todo lo posible por sulucionarlo antes de que sea demasiado tarde.

Uno de esos problemas es la muerte. Cuando ves la muerte en los ojos de alguien algo se activa en tu interior, haces todo lo que sea necesario y esté en tu mano para que esa imagen desgarradora desaparezca para siempre.

Sin embargo, esa propia muerte no tiene solución por su misma definición. También pertenece a esa otra clase de problemas en los que por mucho que quieras algo te impide hacer más, en los que te das cuenta de que tienes un problema y no eres capaz de actuar para solucionarlo, quizás porque no tienen solución. Uno de esos problemas es enamorarse.


Y es que, nos guste o no, hay problemas que no tienen solución, que una vez que ocurren ya no se puede hacer nada por remediarlos. La muerte, enamorarse, o dormir a tu lado mientras me abrazabas aquella noche son algunos de ellos. Tendré que aprender a vivir con ello.

lunes, 6 de julio de 2009

Al final resultó que no hice las cosas tan mal como pensaba. Al final volví a recordar por qué hice las cosas como las hice. Al final me di cuenta de que por mucho que te quiera, hay personas a las que no puedo renunciar, o al menos, siempre me dio miedo. Al final él me demostró que me quiere más que tú, aunque nos queramos de forma diferente.

He perdido mucho tiempo, tiempo que he intentado recuperar estos dos días, con miedo, con energía, con alcohol, con noches prolongadas en mañanas. Las risas y las lágrimas estuvieron incluídas porque eran gratis. Hablar de las cosas importantes era una obligación que teníamos antes de irnos de vacaciones, antes de no vernos. Ser sinceros, por fin, fue la solución a esta situación. No dije todo lo que debía, porque hay cosas que es mejor olvidar, tú estás entre ellas.

Sólo sé que la próxima vez que te vea ya sí será demasiado tarde, es lo único que me duele, que al final te perdí irremediablemente. Me quedo con que una vez te quise y seguiré pensando que tu también.

viernes, 3 de julio de 2009

La decisión.

Nunca una decisión tan poco meditada, tan rápida, tan simple y tan tonta tuvo tanta repercusión y fue tan poco acertada.


Dicen que la vida es todo aquello que nos pasa mientras nosotros estamos planeando hacer otras cosas. Es decir, la vida sería todo aquello que no planeamos, que no sabemos que va a pasar y que no podemos controlar. La vida, incluso, podría ser, simplemente, él.


Es duro pensar que tuviste el resto de tu vida en tus manos y que decidiste tirarlo por el lateral de aquel sofá. Es doloroso sentir que si hubieses pensando un poco más en tí y menos en los demás, igual ahora érais más felices tú y todos los que te rodean.


Supongo que así será la vida, incontrolable, por más que nos empeñemos. Tan incontrolable como ir andando por Gran vía, sumergirte en el metro sin pensar y justo cuando bajas aquellas escaleras, sin darte cuenta, es como si todo tu mundo se cayera encima, como si esas paredes se agrietaran, como si toda la gente que te rodea desapareciera sólo para dejar paso a aquellos recuerdos que viviste, con él. ¿Durante cuánto tiempo te asaltan los recuerdos cuando los quieres olvidar?


Eso no es una decisión que podamos tomar, no podemos decidir no volver a recordar. Pero realmente, si pudiéramos, no creo que la opción más correcta fuera olvidar, al fin y al cabo, es lo único que nos queda. Eso y que te quiera.


Cuando te has equivocado, ¿puedes remediar las consecuencias? ¿puedes solucionar problemas que no tienen solución?

viernes, 5 de junio de 2009

Lo malo de lo bueno

Vivimos en grandes ciudades, donde las oportunidades se multiplican en todos los sentidos, también las de encontrar el amor. El problema con el que no contábamos es que una vez que lo has encontrado, si lo pierdes, las oportunidades de no volverlo a encontrar, de no volverte a cruzar por la calle a esa persona, también se multiplican en la misma proporción.


Me he pasado la vida pensando que lo peor de una relación terminada es tener que volver a ver una y otra vez a esa persona, y ahora, a estas alturas, me doy cuenta de que es mucho peor pensar que un nuevo encuentro no se producirá jamás.

viernes, 6 de febrero de 2009

¿si no juegas has perdido?

Esa pregunta me hago hoy. Por una vez decidí jugar. Por una vez quise intentar ganar, pese a que sabía de antemano que el juego ya estaba perdido. No me arrepiento, no he perdido más de lo que iba a perder si no jugaba o de lo que ya estaba perdido. Pero, ¿y si no hubiera jugado? ¿Qué habría pasado? Si no juegas, ¿eres un cobarde?

Y después de haber jugado y haber perdido, ¿qué se supone que debo hacer? ¿Dejarte marchar para siempre sin saber si realmente algún día sentiste algo? ¿qué hago con todo lo que tengo para darte? ¿Qué hago con tu ausencia en las largas noches madrileñas? ¿Qué hago con el olor que aún vuelve a veces a mi olfato y con tu voz que se ha quedado metida en mi oído? ¿Qué hago contigo? ¿Qué hago con tu recuerdo?

domingo, 1 de febrero de 2009

¿?

- ¿De qué trata la historia?-Preguntó.

- De un grupo de personas que se conocen por casualidad y sólo intentan joderse la vida los unos a los otros.-Contestó el amigo.

- ¿Cómo lo hacen?-Volvió a preguntar asombrada.

- Enamorándose.-Sentenció.