sábado, 1 de agosto de 2009

Problemas como la muerte y el amor.

Hay problemas en la vida en los que cuando te das cuenta de lo que ocurre, actúas, porque sabes que tienes que hacer todo lo posible por sulucionarlo antes de que sea demasiado tarde.

Uno de esos problemas es la muerte. Cuando ves la muerte en los ojos de alguien algo se activa en tu interior, haces todo lo que sea necesario y esté en tu mano para que esa imagen desgarradora desaparezca para siempre.

Sin embargo, esa propia muerte no tiene solución por su misma definición. También pertenece a esa otra clase de problemas en los que por mucho que quieras algo te impide hacer más, en los que te das cuenta de que tienes un problema y no eres capaz de actuar para solucionarlo, quizás porque no tienen solución. Uno de esos problemas es enamorarse.


Y es que, nos guste o no, hay problemas que no tienen solución, que una vez que ocurren ya no se puede hacer nada por remediarlos. La muerte, enamorarse, o dormir a tu lado mientras me abrazabas aquella noche son algunos de ellos. Tendré que aprender a vivir con ello.

No hay comentarios: